El bar de tapas Montesquiu de la calle Mandri en Barcelona se convirtió desde su apertura en 1952 en un lugar de encuentro para universitarios y jóvenes de la parte alta de Barcelona que compartían cerveza, tapas de bravas, tapas de calamares a la romana, tapas de callos entre otras.
En 1990 fue adquirido por Javier de las Muelas que quiso mantener el encanto y la filosofía de este local.
Tras la ampliación y la reforma del bar y de la terraza, lo que no ha cambiado son sus inmejorables tapas, seña de identidad de Javier de la Muelas, incluidas las famosas tapas de bravas, a las que se han unido otras tapas como: tortillita de camarones, cazón en adobo, surtido de hamburguesitas, cochinillo al horno, rabo de toro y tataki. Además se ampliado la oferta, con los famosos cocktails de Javier de las Muelas.