Después de la experiencia de Casa Paloma nos apetecía adentrarnos en el maravilloso y enigmático mundo de las aves
utilizando como hilo conductor las míticas Brasseries francesas
Para ello, hemos recreado una zona de asados ‘à la broche’, donde toda clase de aves y viandas dan vueltas a la espera
de ser la elegida por el comensal. A partir de ahí, comienza la mágica liturgia del trinchado a la vista del cliente, pata… ó pechuga..
Una de las condicionantes más interesantes del Restaurant es la cocina a pie de calle que ocupa 2 de los 3 huecos de fachada.
Hemos cogido elementos de las cocinas tradicionales Toscanas y Provenzales rescatando mosaicos artesanales, ollas de cobre y
suelos de damero en barro dándole una atmosfera actual y sofisticada.